Finalizó la Vuelta Internacional al Besaya con una gran actuación por parte de los anfitriones, el Bathco Cycling Team, que como equipo subió a lo más alto del cajón y, a nivel individual deja los nombres de Brayan Molano y Lucas Lopes escritos en la historia de esta importante prueba del calendario junior.

Atrás dejamos cuatro días de intenso trabajo, tanto de los corredores como de la organización y patrocinadores, orgullosos del resultado y del nivel que se ha podido ver por los recorridos realizados.

4º ETAPA – Molano, 3º de la etapa y 2º de la montaña. Por equipos, 1º

La 4º etapa la iniciaron 132 ciclistas, de récord. Puro nivel. La Montaña e Hijas se encargaron de romper la carrera, pero fue Brenes la que la hizo trizas. Las primeras rampas dejaron el grupo en 35 unidades y las últimas en trece, con los diez primeros de la general. Molano y Mordago cruzaron de la mano la cima. Junto a Lopes (Bathco) y Odón Rosado (Teika) se fueron por delante, pero la falta de entendimiento propició que lo que quedaba de grupo se les echase encima en los inicios del Collado de Cieza. La guerra estaba servida.

Durante el tramo entre Brenes y Cieza, Odón Rosado llegó a ser líder virtual de la carrera. En la ascensión al collado fue Lucas Lopes el que se vistió virtualmente de amarillo y en la cima volvió a recuperar simbólicamente su prensa de oro Molano. Y cuando todo parecía resuelto y visto para sentencia tras un sinuoso descenso no exento de peligro… En ciclismo todo puede pasar. Molano nunca olvidará los cerca de trece kilómetros que van desde las faldas de Cieza hasta Los Corrales de Buelna. Morgado no se dio por vencido y tensó la cuerda. Tan solo le siguió Odón Rosado, mientras el líder, Molano, acompañado de su compañero Lucas Lopes, sufría. Se le escapaba la vuelta entre la agonía y la impotencia. La persecución era estéril. Dos para dos, pero la silueta de Morgado y Rosado se alejaba. Tan solo había cuatro segundos de diferencia y al portugués al final le sobraron 33.

3º ETAPA – Lopes y Molano, 2º y 3º de la etapa. Por equipos, 1º

Brayan Molano se puso el maillot amarillo en la tercera etapa tras llegar tercero a la Bien Aparecida. Por delante, su compañero de equipo Lucas Lopes (2º) y Antonio Morgado (1º).

Poco antes de las tres y media de la tarde comenzaba la jornada de la ronda con un total de 151 supervivientes de la segunda etapa. Muchos escarceos durante los primeros kilómetros hasta que en las primeras rampas del collado del Asón, un grupete formado por ocho unidades tomaron una ventaja de casi un minuto sobre el pelotón, diferencia que fueron manteniendo en los siguientes kilómetros, aunque, a falta de 18 para la llegada, el pelotón fue acortando distancias hasta que poco antes del comienzo de la subida a La Aparecida, fueron neutralizados. Quedaban 4,4 kilómetros de duro ascenso con un grupo de 25 unidades que se jugaban una victoria que no se decidió hasta el último metro, con triunfo del luso Morgado.

Brayan Molano se convirtió en el nuevo líder con tan solo 4 segundos de ventaja sobre Morgado, segundo en la general, mientras que el tercero, Iván Romeo se quedó a 14 segundos.

2º ETAPA – Molano, 5º;  Por equipos, 5º

Bob Poelmans (Agroc) lo tuvo claro desde el kilómetro cero. Apuntó, disparó y… Diana. Arrancó mediada la carrera y se fueron con él otros cinco compañeros de fuga. En las rampas de Bostronizo no le siguió nadie, se llevó la segunda etapa y se vistió de amarillo en la Vuelta al Besaya. El sábado salió con 48 segundos de ventaja sobre Brayan Molano (Bathco), posiblemente el mejor escalador de la ronda.

La etapa fue nerviosa. Como siempre. Jorge García (Reforma) fue el protagonista del día y el que revolvió el gallinero. Partió en solitario cuando apenas se llevaban recorridos veinte kilómetros. Cogió un minuto de ventaja. Hasta que Poelmans, su compañero de equipo Michiel Lambrecht y Hugo de la Calle (MMR), Martín Rey (Bembibre), Mat Tarrasa (Eolo) y Cristian Ayala (Tefica) salieron del pelotón y le dieron caza a treinta kilómetros de meta. El ciclista del Eolo, Mat Tarrasa, sufrió una avería que le dejó fuera de combate y por detrás su equipo junto al Bathco decidieron ponerse a colaborar. A las rampas de Bostronizo, la fuga se presentó con algo más de un minuto de ventaja con respecto a un grupo enfilado y con ganas de echar abajo la escapada.

La avanzadilla apuró sus posibilidades en las duras rampas finales. Poelmans pronto demostró que era el más fuerte y puso un ritmo que tan solo Martín Rey y Hugo de la Calle pudieron aguantar. Sin embargo en los metros finales, el belga logró quedarse en solitario y levantar las manos con once segundos de ventaja. Por detrás, Brayan Molano se mostró intratable y se quedó solo, logró dar alcance a parte de los fugados, entre ellos el protagonista del día, Jorge García, que acabaría sexto en la línea de meta.

1º ETAPA – Lucas Lopes, líder de la montaña. Por equipos, 3º

El corredor vallisoletano Iván Romeo (MMR-Samuel Sánchez Academy) fue el más rápido del pelotón superviviente que se plantó en la meta de San Felices de Buelna, tras 116 kilómetro a una velocidad media superior a los 41 kilómetros por hora. Para él fue la gloria, la victoria parcial en el primer día de competición y el liderato momentáneo de la Vuelta Internacional al Besaya. Para el que no hubo más que felicitaciones fue para Lucas Lopes (Bathco), al que le sobraron dos kilómetros. Tras una escapada -en compañía parte de ella- de ochenta kilómetros fue engullido cuando ya veía la pancarta de meta.

Tras unos primeros compases de nervios y descontrol se formó una escapada temprana de cuatro unidades. Junto a Lucas Lopes, se marcharon su compañero de equipo Roberto Alonso (Bathco), Samuel Fernández (MMR) y Micheiel Lambretch (Agroc). Pronto pusieron tierra de por medio. Atrás parecía que había consentimiento y por delante no había tregua. Los relevos se sucedían y los kilómetros pasaban sin que cambiase de decoración la etapa. Así se llegó a las faldas del Collado de Cieza, el coloso habitual de la ronda que impone con sus rampas. No esperó a que la cuesta se empinase, Lucas Lopes arrancó con virulencia y comenzó el puerto en solitario. Del mismo modo lo coronó y se lanzó para abajo con fuerza y decisión.

Por detrás, en lo que iba quedando de pelotón, muchas dudas. Su compañero, Brayan Molano (Bathco) coronaba en segunda posición tras haber capturado a los antiguos escapados. De la cima del Collado de Cieza a meta quedaban alrededor de quince kilómetros frenéticos.

Los equipos del MMR, Agroc y el Eolo, así como las escuadras con hombres rápidos se pusieron a tirar y a 2.000 metros de la meta, con la pancarta a la vista, Lopes se quedó sin premio. Iván Romeo fue el mejor con tanta solvencia que incluso le picaron un segundo con respecto a Miguel Ángel Molina (Mxpr) y Mario Anguela (Matr), que completaron el podio.

Fuentes: Marcos Menocal. El Diario Montañés y M. Castillo, Diario Alerta