El gol de Cristian Moreno de penalti fue insuficiente para remontar los tantos previos de Amorrortu y de Ekain. Pese a no ser un partido de excesiva brillantez por parte de ambos equipos, la Gimnástica dio sensación de pesadez en su juego y solo al final transmitió verdadero peligro.

Alineación de la R.S. Gimnástica: Álex Ruiz, Fer, Bardanca, Luis Alberto, Cristian, Víctor, Primo (Salas, 68’), Palazuelos, Cagigas (Fermín, 68’), Nacho Rodríguez y Rozas (Vitienes, 81’).

Alineación de la Cultural de Durango: Errasti, Varela, Infante, Galarza, Aranda, Zuazo (Uribesalgo, 86’), Javi Alonso, Ekaitz, Amorrortu (Pradera, 77’), Ekain (Iparraguirre, 84’) y Arizmendiarrieta.

Goles: 0-1. Amorrortu (min 37). 0-2. Ekain (p.) (min 61). 1-2. Cristian Moreno (p.) (min 71).

Amonestaciones: dirigió el encuentro el colegiado Mazo Maruri, asistido en las bandas por Ibáñez Sáez y Calleja Castrillo, todos ellos del colegio castellano leonés. Amonestó a los locales Fer, Palazuelos y Luis Alberto, y al visitante Javi Alonso.

Estadio El Malecón. 2.300 espectadores.

No era un partido cualquiera y ambos equipos lo sabían. Aunque la manera de afrontar el partido muy distinta. La Cultural, fiel a su estilo, con buen trato del balón y haciendo rodar a este de lado a lado del piso. La Gimnástica, a priori bien armada en defensa, buscando sorprender con velocidad y llegadas por banda. En eso trató de ser mejor el equipo de Pablo Lago, que alineó a jugadores veloces por banda por Cagigas, Fer o Rozas, y a dos hombres referencia para tener presencia en el área: Nacho Rodríguez y Primo.

El cambio de dibujo, o de fichas de la partida, no le salió nada bien al técnico asturiano. El equipo se descompensó y Palazuelos y Víctor estuvieron siempre en inferioridad numérica respecto a los tres mediocentros del Durango. Y ahí, los vascos, son muy buenos. Tampoco fueron excesivamente superiores, bien es cierto que gozaron de dos o tres ocasiones de las cuales dos se fueron para dentro. Pero el fútbol es así y los errores se pagan, máxime cuando los blanquiazules estuvieron apáticos durante gran parte del encuentro.

Y eso a pesar del eléctrico arranque que protagonizaron los torrelaveguenses, que en el primer minuto ya provocaron que Fer llegase a línea de fondo y centrase, despejando la zaga cuando Primo ya enfilaba el remate. Y justo después, el delantero de Colindres la empalaría de volea sin encontrar portería. Comienzo esperanzador, aunque se quedó en eso.

A partir de ahí los bostezos comenzaron a ser la música más escuchada en las gradas de El Malecón. Balón entre centrales, pocas pelotas verticales e incluso excesivo protagonismo de los porteros con el balón entre sus pies. Poco fútbol ofensivo, y, por decir que alguien lo intentó, fue la Gimnástica, con llegadas por banda de Fer y Rozas que se resolvieron con un inmenso Errasti que salió a blocar todas.

La primera ocasión para el Durango no llegaría hasta pasada la primera media hora de partido, con el capitán Alonso como protagonista, enviando al lateral de la red un peligroso golpe franco desde la frontal. Aunque los vascos tenían la pelota, poco o nada habían producido en ataque hasta el momento.

De hecho, esa falta de Alonso y un tímido disparo de Ekain fueron el preludio de un gol de Amorrortu tan oportuno como inesperado en la grada de El Malecón. Saque de esquina desde el perfil zurdo, la zaga rechaza la bola pero le llega al lanzador, que vuelve a colgar al interior del área y encuentro a Amorrortu, que fusila a Álex Ruiz. 0-1. Jarro de agua fría porque, otra vez, en los instantes finales de la primera parte se encajaba gol. Y Galarza quiso hacer el segundo elevándose por encima de todos en un córner, pero remató fuera.

Parecía que la Gimnástica salía con aires renovados en la segunda parte, ya que cuando apenas se llevaban segundos tras la reanudación, Nacho Rodríguez cabeceó por encima del travesaño en la más clara para los torrelaveguenses.

No tardó en contestar la Cultural, que pudo hacer el segundo si Amorrortu hubiera estado fino definiendo a portería vacía y penalizando la salida en falso de Álex. Sin embargo, y como pareció en un principio, la Gimnástica había salido con otra cara.

Rozas tuvo en sus pies el empate tras recibir una magistral asistencia de Primo, pero no consiguió controlar cuando lo tenía todo a favor. Y justo cuando mejor estaba empezando a encontrarse el equipo local, Ekain fintó en el área y provocó una mano desde el suelo de Luis Alberto. Penalti. El propio Ekain definió, con una tranquilidad abismal, superando al meta francés. 0-2.

Tuvo que caer el segundo para que los gimnásticos espabilasen, y de qué manera lo hicieron. Aunque ya muy tarde. Entre aplausos debutó un Dani Salas que agitó el partido desde el banquillo. Víctor probó fortuna desde la frontal y obligó a atrapar en dos tiempos a Errasti.

En una de las ofensivas de los locales, Víctor cayó derribado en el área y Mazo Maruri no lo dudó: segundo penalti de la tarde. Con la baja de Camus, el protagonista tanto del penalti como de los saques de esquina fue el espigado central canario Cristian Moreno. Resolvió con la misma o incluso más tranquilidad que Ekain, esperando que el portero se venciese a un lado, y colocó por bajo el 1-2.

A partir de ahí la Gimnástica se dio cuenta de que podía rascar algo en un partido que parecía ya perdido. Palazuelos, desesperado en la tarde de ayer, envió al limbo un disparo desde la frontal tras una excelente jugada combinativa. Fue entonces cuando apareció el debutante Salas. Prácticamente la segunda pelota que tocaba la iba a enviar directa a la cruceta, con un potentísimo disparo desde el interior del área que despertó a la hinchada local.

Quedaban algo más de diez minutos y el empate parecía cercano. La Cultural paró el partido introduciendo varias sustituciones, pero el vendaval blanquiazul no cesó. Se pidió penalti por mano de Galarza tras un remate de Nacho, pero esta vez el colegiado no vio nada punible.

Desde el 88’ hasta el pitido final llegaron las verdaderas ocasiones de peligro. Primero Luis Alberto, que había adelantado su posición al centro del campo, obligó a Errasti a despejar a córner con un tiro lejano. En dicha jugada de estrategia Palazuelos remató durísimo y de nuevo el meta vasco intervino de manera magistral.

Pero no se quedó ahí el festival ofensivo. Y tampoco el recital de Errasti. Le sacó a Salas un intento de vaselina que no podría haber ido mejor ejecutado, y no solo eso, también le sacó el posterior remate cuando el atacante ya tenía todo a su favor para marcar. Parecía la última pero aún dio tiempo a una más: Nacho remató de chilena directamente fuera en la, ahora sí, última oportunidad para los torrelaveguenses. Final, 1-2.