Más de 600 espectadores se dieron cita en El Malecón en el regreso de los espectadores a la competición liguera. Y sufrieron de lo lindo, para ser honestos, aunque al final terminaron con tres puntos en el bolsillo gracias a la fe y la épica de un equipo que no se rindió y se sobrepuso a las circunstancias.
Quizá el cansancio causó mella en la parroquia después del inconmensurable esfuerzo en Copa del Rey; quizá los blanquiazules estuvieron ante uno de esos días donde no sale nada; quizá un gran Torina ejecutó a la perfección el plan elaborado por Hilario Vega: lo cierto es que los de Bárcena de Pie de Concha hicieron un partido notable.
La tónica general de la contienda fue dominio posicional de la Gimnástica con largas posesiones de balón, aunque con los centrales Fer Torre y Camus como jugadores más activos con la pelota. El Torina replegaba en campo propio acortando mucho los espacios y evitaba que el balón llegara a las bandas donde esperaban Fer, Gallo, Delgado y Borty.
A los dos minutos, una internada de Gallo no encontró rematador cuando había servido un excelente pase de la muerte. Contestó Jairo con un disparo de media distancia que no inquietó a Rumenov.
La Gimnástica circulaba el balón pero no lo suficientemente rápido como para superar el entramado defensivo de los rojiblancos. De hecho, los de Hilario Vega lo tenían tan claro que con el paso de los minutos comenzaron a generar peligro al contraataque.
Borty dispuso de la más clara de los locales en el primer acto, aunque Álvaro achicó a tiempo para despejar a córner en el uno para uno. Fue en el ecuador de la primera mitad cuando llegaron las dos ocasiones más clamorosas para la escuadra visitante, ambas solventadas magistralmente por un Rumenov imperial. El guardameta búlgaro regresaba al once después de varios partidos y conseguía despejar dos remates de Mini y de Divi con dos soberbias estiradas.
Como un muro implacable. Esa sensación daba la zaga del Torina, que bloqueaba cualquier intentona de los de Mateo García. Solo Basurto encontró un hueco entre los centrales para colarse y disparar, pero un zaguero corrigió para desviar a córner.
El guion debía de cambiar mucho en la segunda mitad si la Gimnástica quería llevarse el partido. Y no, no cambió en exceso, ni mucho menos, con el 0-1 anotado por Divi en el 58’. Pérdida en el centro del campo, rápida contra del Torina con Chirri desplegándose por la derecha y centrando al corazón del área donde el delantero centro de Bárcena fusila a Rumenov.
Se ponía cuesta arriba el partido para los blanquiazules, con lo que Mateo García dio entrada, entre el 60’ y el 70’, a Vitienes, Rubén Sánchez, Cabellud, Palazuelos y Casta. Pudo ampliar la renta al Torina pero de nuevo Rumenov actuó con garantías.
Y Prada, justo antes de ser sustituido, caía en el área en uno de los penaltis más clamorosos vistos en El Malecón en los últimos años. Ruiz Bárcena, sin embargo, interpretaba lo contrario y dejaba seguir la jugada.
El Torina se veía ganador y el cronómetro marcaba el 82’ de partido, pero apareció Rubén Palazuelos. La jugada es de Vitienes, que actuó como revulsivo de los suyos, centrando en línea de fondo y encontrando en el segundo palo al centrocampista gimnástico. 1-1, y 7 minutos por delante.
Y ya en el 86’, se culminaba la remontada. Era Iván Cabellud quien, haciendo gala de su oportunismo en el área, cabeceaba al fondo de las mallas después de una mal salida de Álvaro en la que los visitantes reclamaron falta. El extremo aragonés sumaba su cuarta diana en el campeonato, situándose como máximo goleador de los suyos.
En los minutos finales la gasolina se le terminó a los de Bárcena de Pie de Concha después de un sublime esfuerzo que, finalmente, y gracias a la fe y la épica de la Gimnástica, se quedó sin recompensa.
El fútbol no ha finalizado en 2020 y el próximo domingo 27 de septiembre habrá un nuevo duelo en El Malecón, con el derbi comarcal frente al Unión Club Cartes (17:00 horas).