Cáritas Parroquial de Los Corrales de Buelna sigue manteniendo en este año una lucha encarnizada contra la inflación, lastre para las arcas de una entidad a la que cada vez le cuesta más llenar las cestas de alimentos que semanalmente reparte a un centenar de familias, un número que tampoco deja de crecer. En la actualidad, son exactamente 106 las familias atendidas y una media de 94 las que cada semana se acercan a Cáritas.

Su presidente, Ramiro Pérez, ha recalcado que «además del aumento de familias que está solicitando ayuda, los productos básicos que compramos para entregárselos se han encarecido mucho y las cuentas no salen». De eso se ocupa Fernando García, tesorero de la entidad, al que tampoco le cuadran los números: «cuando a estas alturas de 2022 teníamos gastados 7.000 euros, en este año vamos ya por 18.900, con unos ingresos de 12.000». Ha mejorado la columna de aportaciones, pero no soporta multiplicar prácticamente por tres los gastos, un déficit en aumento que preocupa, y mucho, a una institución que tiene que tirar de recursos propios durante todo el año, voluntarios que trabajan sin descanso y entidades privadas que hacen sus aportaciones, además de los 2.000 euros anuales que concede el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna.

Ante esa situación, aún más preocupante para las más de 300 personas que componen las familias dependientes de Cáritas, la organización corraliega ha vuelto a lanzar un grito de socorro, solicitando ayuda, ya sean de alimentos o económica. Y la Fundación  Social y Deportiva Bathco ha recogido el guante inmediatamente.

Este viernes llegaba a la sede de la institución en Los Corrales de Buelna un cargamento con un surtido de 100 kilos de pasta, 100 tarros de mermelada de melocotón y otros tantos de tomate triturado, 100 kilos de arroz, de harina de trigo, de botes de mayonesa o de garbanzos cocidos. Otros tantos botes de piña en rodajas, de melocotón, de cócter de frutas, de albóndigas en salsa, de fabada asturiana, de espárragos, de paté jamón, de margarina. También 100 kilos de azúcar blanco, 200 latas de sardinas en aceite, 100 paquetes de varias  unidades de atún claro natural o champiñones laminados.

La Fundación Social y Deportiva Bathco ya entregó un lote de alimentos de cerca de una tonelada de peso a Cáritas Parroquial a primeros de febrero y ahora ha vuelto a responder al llamamiento «con una aportación que nos permite dar un plus en cada cesta que repartiremos, variar las entregas al centenar de familias que necesitan ese apoyo», dijo Ramiro Pérez, agradecido con el cargamento que llena de nuevo los almacenes del antiguo asilo San José, la sede de Cáritas Parroquial.