Resultado justo en un choque donde ambos equipos apenas se aproximaron a la meta rival.

CD BARQUEREÑO: Berto, Víctor, Bordas, Quinta, Lucho, Iñaki, Mario (Chiki, 71′), Raúl, Carlos (Kevin, 69′), Borty (Cristofer, 81′) y Asier.
RS GIMNÁSTICA: Rubén Lavín, Fer, Nacho González (Casta, 66′), Camus, Chamorro, Cusi, Roberto, Palazuelos, Saúl (Salas, 81′), Prada y Casta (Herrera, 66′).

Las tablas en el marcador hicieron justicia a lo visto sobre el terreno de juego de El Castañar. Un encuentro disputado que cualquiera de los dos pudo llevarse, a pesar de las escasas ocasiones de las que dispusieron ambos conjuntos. Y es que el fútbol directo propició que la pelota pasase más tiempo por el aire que sobre el césped, tratando de ganar las dos escuadras metros en ataque y someter así a su rival. En uno de las facetas que suele resultar determinante en este tipo de partidos, el balón parado, ninguno de los dos equipos estuvo fino. Camus, en el 74′, fue expulsado por doble amarilla tras una rigurosa mano, con lo que los torreaveguenses concluyeron el partido en inferioridad numérica.

Alfonso del Barrio modificó el esquema habitual para contrarrestar la defensa de cinco futbolistas del Barquereño. Por ello, el técnico vasco optó por un sistema 1-3-5-2 en el que la gran novedad era la titularidad del central Nacho González, que se estrenaba de forma oficial esta campaña. Camus y Chamorro fueron sus compañeros en el centro de la zaga, con Fer y Casta como carrileros. Cusi, Roberto y Prada formaron en la sala de máquinas mientras que Palazuelos y Saúl fueron las referencias en ataque.

Las características del césped de El Castañar condicionaron el juego de unos y otros: ganar metros a base de balones largos, caídas cerca del área y la búsqueda constante de generar peligro a través de acciones de estrategia. Los dos equipos, sólidos en defensa y sin conceder prácticamente nada, se alternaron el dominio de la primera mitad en lo que se parecía más bien a un partido de fútbol-tenis. Por ello, en el primer acto apenas se contabilizaron oportunidades más allá de un cabezazo pasado de Palazuelos y un remate acrobático de Prada, por parte visitante, y de un ‘punterón’ de Carlos en un contraataque de los celestes.

El cuadro local, auspiciado por su afición, salió en tromba en la segunda parte y Borty estuvo cerca de asistir a Mario en el que todo apuntaba a que iba a ser el primero de la tarde. Un defensor gimnástico despejó bajo palos. La reacción de la Gimnástica llegó en forma de más juego directo y de una línea defensiva que poco a poco ganaba metros en campo rival. Prada, tan activo como poco afortunado en la tarde de hoy, probaba a Berto con un disparo seco desde la frontal ante el que el meta local despejaba sin contemplaciones. En el mejor momento de los torrelaveguenses en el choque, Saúl se revolvió ante Iñaki y disparó topándose de nuevo con Berto.

Alfonso del Barrio movió las fichas y Fermín y Herrera entraron en lugar de Nacho González y Casta, pasando a formar con un sistema 1-4-2-3-1. Poco duró esa formación pues en el 74′ Camus era expulsado por doble amarilla al tocar la pelota con la mano. Los locales pidieron penalti mientras que los torrelaveguenses pidieron mano del atacante. Entre reclamaciones de unos y otros, el partido entró en una dinámica de alta intensidad con aficionados de ambos equipos animando a los suyos sin cesar y protestando continuamente las decisiones arbitrales.

Los locales, en superioridad numérica, tuvieron sus opciones en las botas de Borty y en un centro lateral que no encontró rematador. Por su parte, la Gimnástica, con más corazón que cabeza, se aproximó ya en el descuento en dos acciones a balón parado que Prada botó sin precisión.