El Bathco BM Torrelavega perdió por la mínima ante Abanca Ademar León en un partido en el que demostró las virtudes que le han hecho llegar a esta Liga Sacyr ASOBAL. El coraje, la garra y la resiliencia le hicieron estar a punto de remontar un partido que perdían por 6 goles a falta de 7 minutos. Solamente una intervención magistral de Milan Bomastar sobre la bocina evitó el éxtasis del Vicente Trueba.

El partido arrancó con una clara muestra de intenciones por parte del Abanca Ademar León. Dos goles en otros tantos minutos para asustar, aprovechando el día, al Vicente Trueba. Los naranjas erraron sus dos primeros tiros, pero Isidoro Martínez, en su día grande, no falló. Tampoco lo hizo Borges en un reverso espectacular.

El ritmo del choque era brutal, con una hinchada naranja que se limitaba a contener el aliento. Incontenible por su parte estaba Isidoro, que salía a gol por posesión. El ansia de victoria estaba presente en cada ataque, y sobre todo en cada defensa. El único factor que quedaba por comparecer en Torrelavega era la portería, con ambos guardametas incapaces de sacar algo positivo.

En el minuto 8 sufrió Jaime Gallego su primera exclusión, resultando en el penalti transformado por Gonzalo Pérez. 5 – 7 en el luminosos y la sensación de partido grande, con un Trueba volcado. Sin embargo, el periodo de inferioridad se amplió con una nueva sanción a Cangiani. Misma acción, distinto resultado, con Araujo tapando a Pérez.

Los naranjas capeaban como podían el primer temporal marista, incluso dejándose la cara como Carlos Calle. Recuperada la igualdad, Gallego puso el empate a 7. El partido más que eso era una guerra sin cuartel, rozando incluso algunas acciones la antideportividad. La sangre no se preveía que llegase al río, pero el límite del bien y del mal era, cuanto menos, difuso.

El primer tiempo muerto de Manolo Cadenas estuvo a punto de ser neutralizado por Carlos Calle, pero finalmente la pelota decidió entrar. Poco le importó a Prieto que repuso la igualada segundos después. Tras una gran defensa, la primera ventaja en el marcador de los naranjas llegó cuando rozábamos el minuto 15.

La ventaja pudo ser de dos, pero Martínez perdió el balón en la siguiente contra. A pesar de ello, la tendencia del partido era otra y la marea empezaba a ser naranja. El ataque estático leonés estaba más atascado y el escuadrón se relamía ante la posibilidad de contras. Un nuevo gol de Gallego puso el primer +2 cántabro. Y en una de esas contras, Moreno puso el marcador en +3 y al Trueba en pie.

En ese momento de éxtasis llegó el jarro de agua fría. Tras un amago de lanzamiento, Carlos Calle se echó a tierra. Torrelavega entera se llevó las manos a la cabeza, más aun tras ver al madrileño retirándose incapaz de apoyar la pierna derecha, afectado de su rodilla. La ovación que siguió a su marcha fue tanto de apoyo al portero como de ánimo a sus compañeros, que corrían el riesgo de irse del partido.

La mentalidad, el corazón, el ‘mozismo’ puro salió a relucir cuando la propia hinchada todavía se recuperaba del golpe. Apenas 4 minutos después, Moreno ponía de penalti el 14 – 10, aumentando la máxima naranja. En el minuto 24 consiguió Boskos detener la sequía de los negros.

El gol del griego avivó el fuego de los suyos, que recuperaron el brío en el tramo final. La aparición también de Bomastar propició que la ventaja se disipase. El primer gol de Kim Jin-Young puso el empate en el minuto 28. Villoria desde el extremo anotó el gol 15 de los suyos, con una nueva parada del muro carioca asegurando que el Bathco BM Torrelavega se iba con ventaja al descanso.

Un minuto le duró dicha ventaja tras la reanudación. Los leoneses volvieron a salir como aviones y pusieron rápidamente el 15 – 16.  José Carlos Hernández se estrenó desde 7 metros para reponer el empate. La intensidad del primer tiempo se mantuvo intacta, pero el Bathco BM Torrelavega empezó perdiendo el intercambio de golpes. Al minuto 32 tuvo que pedir Mozas tiempo muerto, con la diferencia marista yéndose a +2.

Aunque Gallego consiguió anotar, el signo del partido se inclinaba más y más hacia el 2. La fluidez local de la primera mitad había desaparecido y ABANCA Ademar León estaba muy cómodo en Torrelavega. Para colmo de males, la efectividad en ataque de los maristas estaba por las nubes, mientras que los locales se encontraban con mil obstáculos.

Con + 4 en el marcador, el Trueba estaba probando de su propia medicina, atascado en ataque y sufriendo con las contras de los de Cadenas. La defensa marista más que eso parecía una empalizada con pinchos. No solo repelían ataques, sino que aseguraban rasguños en el mejor de los casos.

En el minuto 41 volvió a pedir Mozas tiempo muerto con 20 – 25. Urgía revertir la balanza si los naranjas querían sacar algo positivo. En menos de un minuto consiguieron dos goles, pero si la hinchada volvió a creer era por Borja Lombilla. El campurriano recogió un rechace imposible para asistir a José Carlos Hernández y vacunar al Trueba con una dosis de fe.

Hasta los palos del pabellón querían creer, concediendo una segunda oportunidad a Moreno para poner el 23 – 25. La cara del Bathco BM Torrelavega ya era otra, pero Cadenas estaba en su salsa, apurando los ataques y manteniendo el +2. Las apariciones oportunas de un enorme Milan Bomastar hacían la remontada más difícil todavía.

Los últimos 15 minutos arrancaron con una parada de Araujo cuyo ímpetu fue rápidamente sofocado por Bomastar. El marcador señalaba 24 – 28 y la tarea naranja cada vez requería más de una gesta. Especialmente dado que el portero visitante crecía con el paso de los minutos, a la par que la brecha en el marcador.

Un gol al contraataque de Gonzalo Pérez ponía el 24 – 30. El Bathco BM Torrelavega demostraba seguir creyendo en cada acción, pero eran más las ganas que la capacidad de darle la vuelta al marcador. En el minuto 55, la diferencia seguía siendo de tres tantos. Un parcial de 3-0 había reanimado al Trueba, pero seguía siendo muy difícil.

Pero no imposible. Casanova fusiló a Bomastar para ponerse a dos goles. La respuesta rápida de los leoneses fue neutralizada por Cangiani. Un impertérrito Borges recuperó el +3. Dos minutos, tres goles, y exclusión sobre Semedo. El choque se decidiría con superioridad naranja, pero la herida seguía muy abierta.

Prieto desde el extremo mantenía la esperanza. Cadenas vació la portería para atacar en igualdad. La grada era un clamor pidiendo pasivo. El reloj corría en contra. Llegó la pérdida del ABANCA Ademar León y fue otro león el que les mordió. Isidoro aprovechó la portería vacía para poner el 31 – 32.

No quedaba un corazón sin taquicardia para el minuto final. La buena defensa naranja forzó el tiempo muerto de Cadenas, temeroso de perder la posesión. Los leoneses necesitaban marcar y se encontró con una falta en ataque. Última posesión para empatar y el balón que llega a Jorge Prieto. El santanderino se elevó hasta el cielo de Torrelavega, pero a las puertas del paraíso le esperaba Milan Bomastar.

Con la misma bocina final que confirmaba la derrota naranja por 31 – 32, Prieto cayó a la pista. Hundido, empezó a recibir el ánimo de los suyos. Llegó Spiljak, Moreno, Villoria…y así hasta 1.200 almas que levantaron a Jorge del suelo para dedicarle una ovación cerrada. El destino le guardaba una derrota al Bathco BM Torrelavega al ABANCA Ademar León, pero pocas veces perder un partido deja a una afición tan satisfecha.

Tras la guerra vivida en el Vicente Trueba, el pabellón devolvió el espectáculo con unos aplausos que se prolongaron durante minutos. La racha naranja se queda en tres victorias consecutivas, pero las sensaciones de competitividad siguen intactas. El próximo partido será el 10 de noviembre, tras el parón de selecciones, cuando el escuadrón naranja viajará a Logroño.

FICHA TÉCNICA

Bathco BM Torrelavega. Murillo Araújo, Carlos Calle; Alonso Moreno (3), Jorge Prieto (3), Dusan Trifkovic, Jaime Gallego (4), Martí Villoria (2), Borja Lombilla, David García, Isi Martínez (8), Dani Serrano, Facundo Cangiani (1), Fabri Casanova (5), José Carlos Hernández (2), Jaka Spiljak y Nico Colunga (2).

ABANCA Ademar León. Milan Bomastar, Panagiotis Papantonopoulos; Adrián Casqueiro (2), Darío Sanz, Kim Jin-Young (3), Marko Milosavljevic (2), Jaime Fernández (3), Zanas Virbauskas (2), Gonzalo Pérez (5), Theodoros Boskos (4), Álex Lodos, Nikolaos Liapis (3), Leandro Semedo (4), Guilherme Borges (4), Dragan Siljic, Carlos Honrado.

Parciales

4 – 4, 6 – 7, 9 – 9, 12 – 10, 14 – 11, 15 – 14, descanso

18 – 20, 20 – 24, 24 – 26, 24 – 30,  28 – 30, 31 – 32, final

Árbitros: Roberto Carlos Mendoza y Juan Pablo Visciarelli (C.A Andaluz)