El Bathco Balonmano Torrelavega puso fin a sus ocho semanas de pretemporada con un partido muy completo ante el UBU San Pablo Burgos. El equipo de Mozas cuajó una actuación muy seria en la pista de un rival recién ascendido a la categoría de Plata, pero con potencial y juego para dar más de un sorpresa esta temporada. De hecho, los cántabros se llevaron el choque por mínima, 25 – 26, tras 60 minutos de mucha igualdad.
El partido celebrado en el Plantío sirvió para que el Bathco Balonmano Torrelavega demostrase que su estilo de juego no entiende de virus ni cuarentenas. Desde el inicio, los cántabros imprimieron un ritmo diabólico a todas sus acciones. Con un balonmano de vértigo, la defensa naranja ahogaba la creatividad local y los torrelaveguenses no tardaron en hacerse con la batuta del choque. Los nuestros robaban y corrían y así son prácticamente imbatibles. Con 5 – 9, el técnico local solicitó el primer tiempo muerto del partido.
A pesar de la buena puesta en escena del Bathco Balonmano Torrelavega, el equipo que prepara Nacho González demostró que tiene recursos y capacidad para cuajar una gran temporada en la segunda categoría del balonmano nacional. Álvaro Torres y Josh da Silva lideraban la ofensiva de un UBU San Pablo Burgos que, tras una exclusión de Abalos, encontró un resquicio para regresar al choque. Con empate a 10, el tramo final del primer acto se saldó con un intercambio de errores y aciertos por parte de ambas escuadras. Al descanso, uno arriba para los de casa.
El choque se reanudó con una dinámica similar a la del primer acto, pero muchos más errores. La precipitación se adueñó de un partido que, sin embargo, no perdió ni un ápice de intensidad. En el minuto 40, Mozas ordenó defensa 5-1 para tratar de cambiar la dinámica de un encuentro en el que seguía mandando el equipo de casa. La variante táctica dio resultado y el trabajo de desgaste realizado por los naranjas en el primer acto comenzó a dar sus frutos Murillo Araújo se convirtió en un gigante a la hora de guardar el arco. La figura del carioca y la intensidad defensiva de todo el equipo, especialmente la de un Sergio Crespo muy enchufado, bastaron para voltear el electrónico y entrar con ventaja en el tramo final del choque.
Con 21 – 23, Isi Martínez sacó a relucir la calidad que atesora para conducir la ofensiva local hasta una nueva victoria. El central leonés jugó e hizo jugar demostrando que tiene potencial para aburrir. Aun así, los burgaleses dispusieron de una pelota para igualar la contienda que finalmente no se tradujo en el tanto del empate.
De este modo, el Bathco Balonmano Torrelavega se llevó el choque y la sensación de que no ha perdido ni un gramo de ese ADN competitivo tan necesario para que la temporada 20-21 tenga final feliz.