24 de septiembre de 2018.- ASER FALAGÁN. El Bathco sigue de pretemporada. Las focas, que debutaban en casa frente al CRAT con el objetivo no ya de ganar, sino de sumar bonus ofensivo, cayeron justamente en un partido que tuvieron encarrilado y pudieron sentenciar a base de aprovechar los errores de su rival. Pero los de Simon Hafoka todavía deben trabajar mucho el juego estático, en especial las melés, y jugar mejor a la mano. No todo puede ser encomendarse a que Michael Green intercepte un pase o se escape para ensayar.Más allá de la genialidad del neozelandés, que mantuvo por delante a los verdinegros hasta que le aguantó el físico o el CRAT encontró el modo de neutralizarlo, los santanderinos deben ofrecer más en el juego a la mano y en el estático si quieren aspirar al ascenso. De momento suman dos derrotas. Dos justas derrotas, aunque la buena noticia es que aún hay tiempo y margen de mejoría. Y que hoy, a pesar de todo, el Bathco también pudo ganar. Un poco más de oficio y solidez en la primera línea, quizá agotada por la buena presión defensiva durante la mayor parte del partido, lo hubiera permitido.
Porque comenzaron mandando las focas, que a los quince minutos gestionaban con moderada comodidad un 7-0 a favor ante la impotencia de un adversario que quizá manoseara durante más tiempo el oval, pero que ofrecía un recital de posesión intrascendente mientras los santanderinos se las arreglaban para neutralizar el juego a la mano coruñés con Green como certero estilete que a los 18 minutos ya había interceptado otro pase para protagonizar un slalom de más de cuarenta metros ensayar y dejar todo a favor para que la renta cántabra llegara al 14-0.Buen principio, que no siempre significa buenos finales.
Mientras, el CRAT seguía a lo suyo, quizá impotente ante el marcador adverso, pero también consciente de que sus gordos eran superiores y que su desventaja no respondía tanto al planeamiento general como a la chispa de un Bathco siempre atento a aprovechar los errores ajenos; esos que, en justicia, también propiciaba la intensa defensa local.
Todo marchaba, en definitiva, moderadamente bien hasta que comenzó a ir mal. Y de nuevo a base de errores no forzados. Cuña de la misma madera, por tirar de refrán. Un despiste, un golpe de castigo y un pase largo ante un Bathco que no había armado su línea defensiva permitía a los coruñeses inaugurar su marcador aún en el primer tiempo (14-7), y aunque las focas contestaron transformando un golpe de castigo, poco después del saque los gallegos robaban el balón para marcharse en solitario, ensayar y transformar inmediatamente después en un alarde de Forestier, que pateó desde su casa para llevar emoción a La Albericia: 17-14 al descanso.
El segundo tiempo arrancó con un escenario similar: posesión gallega y cerrada defensa local, pero con mucho más peligro, con los gallegos rondando peligrosamente la zona de tres cuartos cántabra y echando mano de unas melés que los de Hafoka perdían una y otra vez.La valentía delCRAT, que en lugar de buscar un golpe de castigo para el empate apostaba por una melé que les permitiera ensayar para ponerse por delante, tuvo su premio con una sucesión de penalizaciones hasta anotarse los gallegos un ensayo de castigo que les colocaba cuatro puntos por delante (17-21).
Las focas sufrían mucho, e incluso por detrás en el marcador se veían obligados a patear a seguir para conjurar el peligro y sacar a los coruñeses de su línea de 22. Claro que en una de esas un nuevo error visitante desembocó en una melé a cinco metros de la línea gallega de marca que devolvía oxígeno a los cántabros, pero el partido se decantaba cada vez más de lado visitante en un intercambio de golpes con acento gallego.De nada sirvió la lucidez de Mercadal para que Paquito Ortiz ensayara. Los gordos delCRAT ganaban todas las melés y así, con dos melés de castigo, los gallegos se pusieron por delante:27-31 ya en plena recta final. Gastó aún otras dos balas el Bathco, pero ayer no era su día.Al menos, eso sí hubo bonus defensivo.