Los torrelaveguenses jugaron cerca de una hora con un jugador menos por la expulsión de Leandro.

La Gimnástica ve reducidas sus opciones de permanencia tras caer en El Malecón frente al Barakaldo, que se llevó los tres puntos casi en el tiempo añadido. Un resultado evidentemente influenciado por la tempranera expulsión de Leandro, que vio la segunda amarilla en el 32’ tras una entrada sobre Galán.

Las necesidades de ambos equipos por llevarse los tres puntos y, en consecuencia, acercarse a sus respectivos objetivos, vaticinaban un partido más abierto de lo que se podría prever. Primo se plantó solo ante Viorel sin acierto en el 8’, enviando Rozas el rechace a manos del guardameta. Falló la Gimnástica y no perdonó en la siguiente el Barakaldo, con un disparo mordido de Jurgi que rozó a Ramiro y desvió la trayectoria haciendo insuficiente la estirada de Álex Ruiz.

Pudo ponerle la puntilla el conjunto visitante por medio de Sarkic inmediatamente después del primer tanto, pero Álex le ganó la partida en el uno para uno. Pocas ocasiones se sucedieron en el resto de la primera mitad; el partido entró en un terreno donde el Barakaldo se encontraba muy cómodo, máxime tras la expulsión de Leandro en el 32’.

Fernán, muy activo en el centro del campo fabril, lo intentó desde la frontal, atrapando Álex Ruiz sin problemas, al igual que Viorel, que atrapó con cierta comodidad el tímido disparo de falta de Camus.

Mori movió ficha en el descanso para buscar la machada. Fer y Salas sustituyeron a Pol y Alberto, pasando a formar con un 1-3-4-2. Con un talante claramente ofensivo, las opciones a la contra para los fabriles se sucederían ante el riesgo asumido por los locales. Y así fue, con ocasiones para Sarkic y Fran García al poco de la reanudación, aunque bien Álex bien la falta de acierto les privó de cerrar el encuentro.

Con más corazón y empuje que cabeza, la Gimnástica metió a su afición en el partido y se desbocó en busca del empate. No tardaría en llegar la acción tras la ofensiva blanquiazul, en un centro de Fer que tocó en la mano de Galán. El otro capitán, Camus, quitó las telarañas de la escuadra estableciendo el 1-1 en el marcador.

El tanto del empate hizo creer en la épica al graderío torrelaveguense. Y los jugadores se lo creyeron. Pasó entonces por el peor momento el Barakaldo, que no consiguió enlazar ningún contraataque y defendió a regañadientes su punto. Ramiro avisó elevándose por encima de los demás con un testarazo ligeramente alto; Salas trató de sorprender a Viorel desde el pico del área y, por último, Primo le robó la cartera a Picón y la estrelló contra el meta fabril prácticamente sin ángulo. Eran los mejores momentos de la Gimnástica y el segundo gol parecía cuestión de minutos.

Sin embargo, un casi remate de Cusi de cabeza originó una contra que resultó letal, con Barbosa anotando el segundo para el Barakaldo. El varapalo fue tal, que, dos minutos después, en otra contra en superioridad numérica, Villacañas empujaba a gol el pase de la muerte de Barbosa.

El respetable despidió a los suyos con una tremenda ovación tras perder por 1-3 y tras observar como la situación clasificatoria es cuanto menos grave. El próximo partido de los cántabros será a domicilio, en el Nuevo Ganzábal, frente al Unión Popular de Langreo el sábado a las 18:30 horas.