El Bathco BM Torrelavega vuelve a la pista tras cumplir con el periodo de cuarentena establecido por el protocolo de actuación del Servicio Cántabro de Salud. La plantilla y el cuerpo técnico naranja han permanecido aislados desde el 31 de enero por diez casos de COVID-19 en sus filas, detectados en los test previos al encuentro frente a Trops Málaga.

Tras los primeros test de antígenos realizados horas antes del compromiso ante los andaluces y las pruebas PCR a las que fueron sometidos todos los integrantes de la disciplina torrelaveguense, el Bathco BM Torrelavega ha pasado diez días de cuarentena. Una reclusión en la que ha primado la responsabilidad más absoluta y el deseo de recuperar cuanto antes el permiso para entrenar.

El plazo impuesto por el SCS vencía esta mañana. La realización de test de antígenos se espera como agua de mayo en un equipo que se ha visto obligado a aplazar dos citas ligueras. Los tests se realizaron en la sala de fisioterapia, con los jugadores manteniendo la distancia de seguridad y permaneciendo en el pabellón el mínimo tiempo posible.

Tras realizar la prueba, los jugadores volvieron inmediatamente a sus domicilios y quedaron a la espera de unos resultados que se notificaron por WhatsApp. Una vez confirmado el resultado negativo de la totalidad de los test realizados, el Bathco BM Torrelavega redirige su atención a la competición. El equipo naranja vuelve de inmediato a los entrenamientos con la mente puesta en recibir a Amenabar Zarautz ZKE este fin de semana. Todavía no hay fecha establecida para los encuentros aplazados, pero los de Álex Mozas están abocados a un final de competición realmente exigente. Si el Comité de Competición no lo remedia, los cántabros están obligados a disputar los cinco partidos pendientes antes del día 28 de febrero.

Una situación que resultará especialmente complicada para los cuatro jugadores de la plantilla que deben permanecer en cuarentena hasta el día 13 de febrero. Esta circunstancia les sitúa ante la próxima cita de liga sin haber retomado los entrenamientos. Su primer día post-cuarentena será la jornada del choque ante los vascos.

Para el preparador madrileño, estos días han sido “complicados” especialmente por “el momento en que se encontraba la competición”. De todas formas, Mozas se considera afortunado porque “los síntomas no han sido graves y la salud del equipo es buena”. De cara al retorno, asegura que “el objetivo es recuperar la forma y ser competitivos en cada partido”, aunque destaca la importancia de “evitar las lesiones”. Una posibilidad que “aumenta exponencialmente tras la situación de riesgo que hemos vivido”.