La Gimnástica desaprovechó la oportunidad de recortar distancia con los equipos que lideran la clasificación. Y no solo eso, sino que dicha distancia se vio aumentada por la nula capacidad de los torrelaveguenses de adaptarse a su encuentro ante el Selaya. El equipo local planteó excelentemente el partido, noqueando los puntos fuertes de los de Docando y potenciando al máximo sus virtudes, como así se vio en sus dos goles anotados.

Y eso que la Gimnástica no entró mal al partido, con dos ocasiones en los pies de Borty en los primeros minutos. El de San Vicente de la Barquera no estuvo acertado en los últimos centímetros y no consiguió enviar al fondo de las mallas un centro raso de Casta. Fer Torre enviaba alto un testarazo a la salida de un córner, demostrando que los blanquiazules sí habrían entrado con buen pie al partido, dominando la pelota y no permitiendo al Selaya lanzar sus deseados contraataques. Prada lo intentaba en el ecuador de la primera mitad con un lanzamiento de falta que salía lamiendo el larguero.

Sin embargo, con el paso de los minutos, los de José M. Saldaña no solo no le perdieron la cara al partido sino que comenzaron a dominarlo, no a través de la posesión de balón, pero sí con una firme y férrea defensa sumado a los primeros avisos al contraataque. A causa de ello llegó la primera oportunidad para los rojiblancos, en botas de Óscar, con un remate cruzado que salió cerca del poste de Rubén Lavín. Acto seguido llegó la mejor -antes del gol- para el delantero Rafa, que probó a Lavín por bajo obligando a este a despejar a córner.

A la tercera, fue la vencida. Contraataque veloz del Selaya, con Ocejo dirigiendo las operaciones por la banda diestra. El repliegue de la Gimnástica es lento y únicamente cierran Fer Torre e Iñaki, contra tres atacantes del cuadro local. El balón va de derecha a izquierda y Fer Torre no intercepta el pase que va dirigido a Pablín, que recibe, encara a Iñaki y supera a Rubén Lavín por bajo. Gol anímico, en el 43′, antes del camino de vestuarios.

No mejoró en exceso la versión de la Gimnástica en la segunda mitad, pues Marcelo no se vio obligado a intervenir prácticamente hasta los minutos finales ya con el 2-0 en el marcador. Solo Luis Alberto lo intentó, desde media distancia, con un zapatazo que despejó el cancerbero a saque de esquina. Cusi, de cabeza, enviaba alto su remate en una falta lateral botada por Alberto Delgado. Lo cierto es que la Gimnástica circulaba la pelota con velocidad pero siempre lejos de la zona de peligro. Encomiable el trabajo que desempeñó todo el equipo local durante los más de 90 minutos que duró la contienda.

La entrada de Vitienes y Palazuelos aportó frescura y verticalidad a los torrelaveguenses, y fruto de un centro de uno y remate posterior de Rubén Palazuelos casi llega el empate. Aunque no, ayer, independientemente de que el juego desarrollado no fue el idóneo, no era el día.

Carlos Docando decidió cerrar con tres hombres atrás y, al poco de lanzar esa ofensiva, llegó el segundo del Selaya. Rafa cabeceaba en el segundo palo un balón que provenía de un saque de banda que botó y botó en el área como nunca debía haberlo hecho. Con dos goles de desventaja, la Gimnástica se lanzó a la desesperada en busca de reducir distancias y a punto estuvo de hacerlo por medio de Nacho y Palazuelos pero, de nuevo, el entramado defensivo conseguía echar balones fuera.

Derrota con estrépito de la Gimnástica que pierde la oportunidad de aproximarse a rivales directos. La oportunidad más cercana para resarcirse, el próximo domingo a las 17:00 horas en El Malecón ante el Vimenor.